EL EJECUTIVO EJECUTADO
El alba
se dejaba ver entre la niebla de la mañana, todo parecía desierto y algo
funesto. En el aeropuerto tan solo se veía el despegue de aviones: el ejército
estaba revuelto aun, las noticias corrían como balas en busca de mentes confusas
que perforar. Estoy esperando desde la madrugada, mi traje chaqueta y mi abrigo
de piel no me cobijan del frío, hace casi dos horas estaba entre los brazos de
la mujer más exquisita y maravillosa que he conocido, he debido de mentirle y
decirle que viajaba a Lóndres por asuntos de trabajo; después de más de diez
años de espía, trabajando para el gobierno de su Majestad, he aprendido a
mentir, pero esta vez me ha costado, Carla me gusta, creo que si todo sale bien
me dedicaré a ser lo que tantos años llevo diciendo que soy, un simple
ejecutivo en una empresa de seguridad, mientras tanto aquí estoy, esperando. Debo
dar la noticia y no aparece mi confidente. A lo lejos veo una figura, parece
que se acerca hasta mí entre la espesa niebla, sí, es ella. Titubea un poco… le
haré la señal convenida cuando se acerque un poco más. ¡Vamos! ¿A qué esperas?
Me pregunto viendo como aquella mujer embutida en su gabardina, se para ante las
puertas del aeropuerto, parece que se va y es ella estoy seguro. Levanto la mano
y la agito como si le dijera adiós a alguien que embarca. ¿Me ha visto? ¡Pero
qué hace! Corre hacia mí como si le persiguiera el diablo.
-¡Perdona! –exclama- no te reconocía con esta
niebla.
-¿Qué haces aquí Carla? –pregunte agudizando la
vista, mi instinto de espía me decía que corríamos peligro.
-Esta madrugada cuando te has ido se me había
olvidado darte algo –me decía con mirada inocente.
-Deberías haber esperado a que volviese…
-Es demasiado importante para esperar –sonrió.
Apretó
algo duro contra mí, reconocí mi pistola. Ella me miraba con lágrimas en los
ojos, mientras apretaba el gatillo y la bala se habría paso entre mis entrañas,
me abracé a ella mientras me susurraba… ¡Me mentiste canalla!
Comentarios
Publicar un comentario